viernes, 31 de diciembre de 2010

CINCO MINUTOS ANTES DE LA CUENTA ATRÁS

Siempre intento escaparme de este momento, pero siempre llega esta hora absurda del 31, demasiado tarde para comprar, demasiado pronto para arreglarte, sin invitados en casa y sin nada qué hacer... y sí, empieza el balance, de lo bueno y malo, como dice la canción. Este año quería escapar de este momento, no quiero hacer punto y seguido esta noche, me gustaría que esta noche fuera una simple coma, un punto y coma, a lo mejor. Pero es inevitable, es inevitable pensar en esa calle de San Luis donde empecé este 2010, inundando de papelillos las aceras con Julio, con Andrés y buscando en sitios egoistas a Cristina Moreno, a Isi, al resto. Un 2010 que viene muy pornográfico y desnudé a un reparto maravilloso que me ha dado muchas alegrías. Un año en el que buscaba incesantemente a Martín Recuerda. Un año que buscaba la sombrita en Palma para no asarme. Un año lleno de proyectos que se cumplen y otros no tanto, un año que termina construyendo una calle de atrás y un año que crecerá en una habitación de hotel y cruzando el arco-iris. 2011 huele a médicos y quirófanos, 2011 huele a AVE, 2011 huele a reciclarse, 2011 huele a una enfermer y un contador de historias, 2011 huele a se acaba el paro, 2011 huele a mar, como siempre, y huele a verso, me parece que olerá a verso. 2010 fue el año de la Cunillé con el Nacional de Teatro junto a La Zaranda. El año que descubrí a La Sal y que se fue Delibes y se fue Manuel Alexandre y se fue Berlanga y se fue Saramago... El año que vino con Teo y el 2011 traerá a Valeria. 2010 volví a volverme loco bailando Viva España! rodeado de travestis y modernas, que lloré con el beso de Iker a la copa y su posterior beso a la guapa de la tele, sigue oliendo a Raquel y Lorena, aunque sea en la distancia. Un abril que me iba a San Miguel para ver una lluvia de pétalos sobre la Macarena y eso que soy de Triana, de la calle Tarfia ;-). Un año que me casaba con Sofía. 2010 olía a madrugada de cartas junto a la brisa de chiclana, olía a nuevos amigos, Ara, Elena R., Vane, Javi, la Delso, el copla... que espero que permanezcan en el 2011. 2010 es un año que acaba tomándome un nespresso alguna que otra mañana. Y 2011 será un año que voy a empezar saliendo a dar un paseo con una maleta para no parar de viajar, como hacía la Durcal cuando estaba en la cresta de la ola mexicana. Es raro, casi todos los 31 había un momento del día en el que me ponía a llorar y eso que mis años empiezan en septiembre. Este 31, sin embargo, no puedo evitar tener una sonrisa de oreja a oreja. Goku sigue creciendo y la magia no parará de brillar. Bienvenido sea 2011. Y virgencita, gracias por no dejarme como estaba, así te puedo volver a pedir: que me quede como estoy.

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