sábado, 11 de julio de 2009
A ITÁLICA LO QUE ES DE ITÁLICA
El pasado jueves fui con un grupo de amigos a Santiponce, provincia de Sevilla, a presenciar lo que sería la inauguración del Festival Internacional de Danza ITÁLICA-2009. La cosa no pintaba mal, Els Comediants serían los encargados de arrancar el festival con una caravana de la Danza que invitaría a todo el pueblo de Santiponce y sus visitantes a bailar. Uniendo en una comitiva de carrozas varios tipos de danza, la clásica, la moderna, la contemporánea, la caribeña...
Els Comediants, los mismos que se encargaron de la cabalgata de la Expo'92 de Sevilla y de la clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona el mismo año, hizo su trabajo, no es que lo hiciera mal, ni bien, simplemente lo hizo.
La idea era buena, buenísima. Hasta el momento yo entendía que el Festival de Itálica, con gran programación la de este año (con Clark y Ullate entre otros), iba por un lado y que el pueblo por el otro. Pero todo Festival que se organice en una ciudad, y la cosa es que las ruinas de Itálica pertenece a la ciudad de Santiponce y el festival también, debe levantar dicha ciudad. La localidad, el pueblo, el municipio, como quieran llamarlo, debe ser una fiesta, el pueblo debe volcarse con el Festival, pero es que el Festival debe volcarse con el pueblo, como pasa en Almagro, al menos las ediciones en las que la cabeza pensante es Emilio Hernández. Los festivales, ya sean de Teatro, Danza o Gastronomía deben hacerse pensando en la ciudad dónde se hace, no sólo en los profesionales y en el gremio, no sólo en los visitantes, no sólo en la publicidad y notoriedad que le da a la ciudad. Y esta inauguración lo consiguió, Santiponce se echó a la calle, los ciudadanos pudieron disfrutar de una fiesta de la danza. Mi nostalgia romántica me hacía rememorar a La Barraca y a las Misiones Pedagógicas con Casona, esas que se encargaban que las provincias disfrutaran de la cultura. Y ahí es dónde se cometío el error del jueves noche en Itálica. Se pecó de fiesta, de cabalgata de mañana de Reyes Magos, de carrozas del Orgullo Gay de Madrid, de invitar a Bailar sin ánimo y sin creéselo esa actriz que lo gritaba y sin música que apoyase una danza colectiva de toda la ciudad. La cabalgata fue pobre, poco cuidada y algo ortera.
Yo sé que con este Blog me estoy ganando que ninguna compañía me contrate el día de mañana, pero es que uno no sabe morderse la lengua. ¿Qué fue lo importante de la noche del jueves en Santiponce? ¿Qué Els Comediants organizaba el cotarro? ¿ eso daba caché al festival? ¿eso consiguió que más medios fueran a cubrir el evento? Una pena, porque lo importante debía haber sido ofrecer un espectáculo de calidad en las calles de Santiponce a todos los ciudadanos para que disfrutaran de la gran fiesta de la danza que es el Festival INTERNACIONAL de DANZA ITÁLICA-2009. Porque el caché, la calidad, el nombre se consigue con una programación que una a los mejores nombres de la Danza de calibre internacional y a los jóvenes creadores de la danza de nuestro país. ITÁLICA debe crecer, y debe hacerlo con su pueblo, con sus ciudadanos, pero debe ofrecer la calidad y el rigor que se merece todo festival INTERNACIONAL ya sea aquí o en Honululú. Pero sin duda fue un paso en todo esto. Y yo me lo pasé muy bien, soy un espectador muy agradecido, aunque un crítico muy mordaz. Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
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